jueves, 18 de noviembre de 2010

LOS RAJALEÑAS

Rajaleña consiste en unas coplas que permiten lanzarles piropos a las mujeres y alabar su belleza, como también para criticar a otros y reírse de toda suerte de situaciones
 
El Rajaleña es folclor puro, si a éste lo entendemos como un arte que surge, en forma espontánea, del pueblo, sin autor conocido. Es el fruto de la creación colectiva de la que no se sabe a ciencia cierta cuándo ni cómo tomó forma, y que ha venido consolidándose en el saber y el sentir popular, en el decurso del tiempo.

Con el Rajaleñas se puede burlarse de los políticos, satirizar a las autoridades, hacer mofa de los defectos físicos y morales de los demás y echar chistes “verdes” de connotación sexual. Así como algunas de estas coplas pueden expresar ternura, agradecimiento, amistad o alabanza, pueden también tornarse muy picantes e incluso de franca vulgaridad.
Tal vez la gracia del rajaleña, la música con que se tuna, es decir, se retoza, parrandea y divierte en las fiestas, consiste en que sirve para expresarlo todo: “rajar” de la humanidad, “cantarle la tabla” a cualquiera, hacer sonrojar a las señoras, hacer reír, suscitar aplausos, manifestar admiración, echarle “vainas” a los del otro partido político, etc, etc.
 
Rajaleñas (Pescuozones de Paicol)
Hay altas, también bajitas
jóvenes y cuarentonas,
son blancas y morenitas
pero todas querendonas.

Yo anduve por el infierno
y miré purgar las penas,
y estaban todas las suegras
colgando de una cadena.

Tienen la boca chiquita
con sabor a miel de abejas,
atractivo de la opita
y la envidia de las viejas.

Esta noche voy a verte,
desde ahora te lo aviso,
si la puerta es chirriadora
úntale jabón al quicio.

Dicen que es muy buena moza
la señorita Marlene,
eso lo saben muy bien
los cuatro mozos que tiene.
         
 
Una monja se empachó
de tomar agua bendita,
y al cabo de nueve meses
le nació la criaturita.

El día del juicio final
se oye sonar la trompeta;
las mujeres pagarán
lo que hicieron con la horqueta.

Esta niña ya no es niña,
eso solo dos lo saben:
el cura que la confiesa
y el que le metió la llave.

Mi chata se fue pa`fiestas
con un músico, lo sé;
será que le toca bueno
lo que yo no le toqué.

Y ninguno porque es blanco
se crea de su blancura:
el papel también es blanco
y lo echan a la basura.